Stoner – J. Williams

2023/10/31 – Pedro José Zepeda

Acabo de terminar “Stoner” (1965) del estadounidense John Williams (1924-1994). Aunque el autor ganó el National Book Award en 1973 con su cuarta novela “Augustus”, (“El hijo del César” en español), su tercera novela, “Stoner”, no tuvo gran éxito sino hasta después de la muerte de Williams (a partir del año 2000 ha sido reeditada varias veces, traducida a siete idiomas y, según Wikipedia, tuvo, por ejemplo, “…una recepción globalmente positiva por la crítica literaria francesa”)

En un primer plano, la novela habla de la vida de un profesor universitario, William Stoner, nacido en el campo y cuyos padres, haciendo un gran esfuerzo, lo apoyan para que estudie agricultura en la Universidad de Missouri. Sin embargo, muy pronto, Stoner, se enamora de la literatura, deja de lado la idea de la agricultura y decide dedicarse a la docencia en la Universidad donde transcurre su vida y muere décadas después.

En un segundo plano, no es la de Stoner una vida fulgurante: no tiene intensas vivencias profesionales ni grandes logros (pero, aún en un ambiente de rivalidades, envidias y también alguna que otra filia típicamente universitarias, mantiene por décadas su compromiso y dedicación con la literatura y la docencia, los cuales, por momentos, incluso, llegan a ser apasionados); con un matrimonio largo, vacío, árido (mientras que, por fuera del lazo nupcial, aunque por poco tiempo, también conoce y vive una profunda afinidad intelectual y el amor pleno); y una paternidad complicada en la que, la gran afinidad y empatía iníciales con su hija resultan no ser, sin embargo, suficientes. En fin, transcurre el tiempo de Stoner en un entorno universitario cuyas sólidas instalaciones permanecen, mientras envejecen los cuerpos, mientras van y vienen los profesores y más velozmente los estudiantes, mientras las relaciones familiares se modifican y la sociedad norteamericana vive dos guerras mundiales y muy profundas transformaciones.

A mí, la novela me gustó mucho; me deja la sensación de una mirada de largo aliento, cercana, aunque sin ser de ese tamaño, a la de Philip Roth en “Pastoral Americana” o la de la tetralogía de los conejos de John Updike.

Creo que es una obra especialmente recomendable para quienes conocen de cerca la vida universitaria.


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