Baumgartner – P. Auster

2024/04/05 – Pedro José Zepeda

Acabo de terminar “Baumgartner” (2024), de Paul Auster (1947, Newark, New Jersey).

Paul Auster es escritor, traductor, ensayista, y guionista y director de cine. Entre las novelas de este autor que más me han gustado están: “La invención de la soledad” (1982), “La trilogía de Nueva York” (1987), “El palacio de la luna” (1989), “La música del azar” (1990), “Leviatán” (1992), “El libro de las ilusiones” (2002), “Un hombre en la oscuridad” (2008), “4, 3, 2… 1” (2017),

En 1995 escribió los guiones de las películas “Smoke” y “Blue in the Face” (en cuya dirección colaboró con Wayne Wang); en 1998 el de “Lulu on the Bridge”; y en 2007 el de “La vida interior de Martin Frost” (la cual también dirigió).

Entre otros premios y reconocimientos: recibió el Premio Médicis por “Leviatán”, el Premio al mejor libro del año del Gremio de Libreros de Madrid por “El libro de las ilusiones”, el PEN/Faulkner Award por “La música del azar”. Además, en 2006 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras; y es miembro de la American Academy of Arts and Letters, y Comandante de la Orden de las Artes y las Letras francesa. Su obra ha sido traducida a más de cuarenta idiomas.

Siete años después de su última novela, Auster nos ofrece en “baumgartner” una oda a un personaje entrañable: un viejo profesor y escritor, excéntrico, disciplinado y riguroso, pero también tierno e ingenuo, que, aunque vive entre la nostalgia y la melancolía por la muerte del amor de su vida nueve años antes, procura tejer un entramado que le permita rehuir el aislamiento y el desconsuelo durante su vejez.

Anna y él, S. T. Baumgarten, se conocieron en 1968, siendo estudiantes sin dinero en Nueva York y, a pesar de las muchas diferencias que hay entre ellos, inician una apasionada relación que dura cerca de 40 años.

La narración de la historia, en tiempo presente, describe la vida de Sy, su cotidianidad a los 71 años, sus actividades como escritor y para renovar sus relaciones, y sus reflexiones, que, sin embargo, inevitablemente llevan a dar saltos desordenados a diferentes momentos de su vida, incluidos, desde luego, la poderosísima y omnipresente ausencia de Anna, y su juventud en Newark con sus padres y hermana. Este viaje, en el que la memoria de largo plazo va imponiéndose poco a poco a la de corto, y los miedos y la incertidumbre a la fuerza y las certezas, marcan el recorrido final del entrañable personaje.

Así comienza la historia:

Baumgartner está sentado en su escritorio de la habitación de la planta alta… Pluma en mano, va por la mitad de una frase del tercer capítulo de su monografía sobre los seudónimos de Kierkegaard cuando se da cuenta de que el libro donde viene la cita que le hace falta está abajo, en la sala… Mientras baja a buscar el libro, se acuerda de que prometió llamar a su hermana a las diez, y como ya es casi la hora, decide ir a la cocina y hacer la llamada antes de recoger el libro de la sala. Al entrar a la cocina, sin embargo, un olor ocre y penetrante lo detiene bruscamente. Se está quemando algo… se dirige hacia la estufa, ve… encendida una de las hornillas y… una llama…corroyendo el fondo del pocillo de aluminio que ha utilizado tres horas antes para hacerse los dos huevos cocidos del desayuno… [Al retirar]… el destrozado… pocillo de la estufa… se quema la mano, da un grito de dolor…, se precipita al fregadero, abre el agua fría, pone la mano derecha debajo del grifo… Antes de recordar que tiene que llamar a su hermana, suena el teléfono.”

Escrita en momentos en los que Auster lucha contra el cáncer, el mensaje que parece enviarnos es que vivir con miedo a perder es negarse a vivir. Hay que arriesgar siempre, como lo hace un escritor pues, como dijo el autor en una entrevista “en el proceso de escribir o pensar sobre uno mismo, uno se convierte en otro”.

Se ha dicho de Baumgartner:

“…el culto septuagenario viudo que, desolado a un tiempo por el inquietante recuerdo de su mujer y del amor que le profesó (“ya no recuerda los detalles salvo que miró a Anna y se dijo ‘recuerda este momento, chico, acuérdate de él durante el resto de tu vida”), y por el ineluctable memento mori de quien afronta la senectud, protagoniza esta novela elegíaca y crepuscular que envuelve al lector”.

  • “… Auster desdobla su estilo inventándose el de su personaje, que relata su vida en primera persona en los textos que se asoman a esta novela de perspectiva múltiple…”

Babelia

  • «El retrato de este hombre reflexivo que abraza la pérdida y el amor es una revelación magnífica y llena de suspense de los dramas encubiertos de cualquier vida.»

Booklist

  • «Una emocionante reflexión acerca de lo que significa amar a alguien. A Auster siempre le han encantado el azar, el eco, y en “Baumgartner”, esa obsesión maravilla y electriza.»

Financial Times

  • «Una novela preciosa sobre el consuelo de la memoria. Un libro para subrayar.»

Publishers Weekly


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