2024/07/11 – Pedro José Zepeda
Acabo de terminar “Cosmópolis”(2003)de Don DeLillo (Nueva York, 1936).
La trama
Abril del año 2000. Un día en la vida de Eric Packer, un multimillonario de 28 años. Una odisea por Manhattan en la que el único propósito claramente definido es cortarse el pelo. Todo lo demás, como en el viaje de Ulises, sólo ocurre trágicamente. A diferencia del héroe griego, Eric no viaja en barco, sino en una lujosa, larguísima y muy espaciosa limusina a prueba de balas y con pisos de mármol de Carrara; equipada con pantallas de televisor y monitores de computadora que siguen, microsegundo a microsegundo, el pulso de la bolsa de valores, el pulso del mundo.
Entre otros escollos, la nave de Parker enfrenta severos atascos de tráfico causados por una visita presidencial a Nueva York, una violenta protesta anticapitalista, el rodaje de una película y un funeral masivo por la muerte de una estrella del rap. En su periplo a Ítaca, el protagonista se encuentra casualmente, en varias ocasiones, con su esposa, una muy joven y rica heredera con quien come, platica de arte mientras toman el té, antes de ser atacados por una banda de anarquistas con disfraces de ratas y, en su último encuentro, finalmente, y por primera vez desde que se casaron, hacen el amor. Aburrido de las previsibles curvas y tendencias que ve en sus pantallas, hastiado de la monotonía de las sorpresas de todos los días, Parker está decidido a acabar con todo: a lo largo del día apuesta en forma suicida contra el yen, consciente de que perderá su dinero, el de su esposa y provocará un enorme caos financiero en todos lados. También se deshace de su equipo de seguridad y, al final del día, después de cortarse el pelo con un viejo peluquero en el barrio donde vivió de niño, cuando viaja en su limusina destartalada después de todos los embates del día, solo, acompañado únicamente por su chofer, que tiene una gran cicatriz en un párpado y recuerda con nostalgia sus tiempos de taxista, conoce su destino.
Se ha dicho de esta novela:
Cosmópolis, la décimo tercera novela de Don DeLillo, “fue considerada como una incisiva exploración de los daños morales post 11-S” y “ se ha convertido en un texto profético que aisló las corrientes subterráneas que nos han llevado al presente colapso del sistema” Jordi Costa, El País.
La novela “… transcurre en un solo día, el último de una época, símbolo del intervalo entre el final de la guerra fría y la… era de terror, de los años 90, cuando el mercado financiero se desploma y la «nueva economía» inicia su agonía. Esta novela de Don DeLillo es una historia intensa que surca los temas capitales de su obra: la alienación, la paranoia, el sexo, la muerte, el mercado global, el terrorismo y la relación entre poder y tecnología”.
Cosmópolis es “La… novela de un autor descrito sin paliativos como «magistral», «asombroso», «exquisito» (New York Times, Newsweek, The New York Times Book Review,) es todo un acontecimiento literario.
John Updike escribió en The New Yorker que «la ferviente inteligencia de DeLillo y su prosa fastidiosa y vanguardista… teje halos de importancia alrededor de cada evento».
Otros críticos elogiaron el estilo de DeLillo, entre ellos David Kipen del San Francisco Chronicle, quien escribió que «DeLillo sigue pensando el mundo moderno en un lenguaje e imágenes que son curiosamente hermosas» José Antonio Gurpegui, del suplemento El Cultural, afirmó que «Cosmópolis es apasionante, la mejor de las novelas de Don DeLillo, y una de las más interesantes publicadas en los últimos tiempos».
Sin embargo, también hay reseñas no positivas de Cosmópolis. Walter Kim, por ejemplo, criticó la novela en The New York Times, advirtiendo a los lectores: «Cuidado con la novela de ideas, particularmente si las ideas vienen primero y todo lo referido a la novela (como la historia) viene en segundo lugar».
También en el New York Times, Michiko Kakutani describió la novela como «un fracaso importante», con una historia contrita y falsa.
A mí, la novela me gustó mucho.
Un poco sobre Don DeLillo:
Reconocido por la crítica internacional como el maestro indiscutible de toda una generación, DeLillo es uno de los autores más importantes y representativos de la ficción norteamericana actual. Es dueño de un estilo directo, preciso, que se nutre de una amplia documentación y una elegancia estilística inusual, capaces de mover a la risa, al terror o a una profunda reflexión.
Estudió en Fordham University, en el Bronx, (universidad jesuita entre cuyos egresados se cuentan un presidente de los Estados Unidos, un jefe de estado no norteamericano, varios milmillonarios y cuatro cardenales de la Iglesia Católica, Wikipedia dixit).
Entre otros premios, ha recibido: el National Book Award, el Faulkner, el American Book Award, el Premio Estadounidense de las Artes y las Letras, el Common Wealth Award, el premio PEM/Saul Bellow, y la National Book Awards Medal for Distinguished Contribution to American Letters.
Es miembro de la Academia Estadounidense de las Letras y las Artes, y de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Varias de sus novelas han sido llevadas a la pantalla de cine. En 2012 David Cronenberg lo hizo con Cosmópolis.
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